Es tan práctica que te harás adicta. Fácil de hacer, cómoda de llevar, muy favorecedora y capaz de adaptarse al estilo de cada mujer. Cuando encuentres el tuyo, verás cómo recurres a este peinado en múltiples ocasiones. Impecable y perfectamente estirada, más o menos deshecha, con volumen, ladeada sobre el hombro, cayendo en un coqueto bucle, formando parte de un mini recogido… algo tan sencillo ofrece acabados muy diversos, idóneos para crear un look único y personal.
Si tienes el pelo largo o una media melena lisa te quedará muy bien la coleta baja clásica, sujeta desde la nuca. Para que luzca perfecta, cepilla el cabello y coloca la goma justo en la nuca así conseguirás una óptima fijación. Haciendo la raya a un lado (en el momento del cepillado) darás un aire nuevo, súper de moda, a este tradicional peinado. Además, si quieres, puedes aplicar un poco de gel o gomina en la parte superior para obtener un acabado impecable.
Otra posibilidad es crear un bonito contraste entre el liso absoluto de tu cabeza y la propia coleta, aportándole a ésta volumen extra. Puedes, por ejemplo, cardar ligeramente las puntas o bien darle forma, desde la base, con ayuda de un secador ahuecando las raíces. Más sencillo todavía es aplicar, a todo el cabello ya recogido, un poco de espuma y moldearlo con tus propios dedos. El resultado será una coleta juvenil y original y un peinado apto para cualquier ocasión.
Si buscas un estilo más “casual” en el que no falte un toque chic y bohemio, lo tuyo es la coleta más suelta, ligeramente deshecha. Es perfecta para cabellos ondulados y en caso de cortes a capas o desestructurados. Se trata de colocar la goma o pasador tres o cuatro dedos más abajo de la nuca, a la altura que prefieras. Con este sencillo gesto conseguirás que tu peinado cambie, presentando un look totalmente distinto al de la coleta perfectamente estirada.
En este supuesto también tienes distintas opciones. Puedes hacerla ladeada, dejándola caer sobre un hombro para un acabado que transmita dulzura y romanticismo; dejar bonitos mechones sueltos (prueba a ondularlos ligeramente con tus propios dedos) o llenar tu coleta de movimiento ondulando las puntas.
Antes de dar por concluido tu peinado recuerda no “estropearlo” con una goma no adecuada. Elige siempre una que no dañe tu cabello (especialmente al quitarla). Además podrás volverla “invisible” cubriéndola con un mechón de tu propio pelo, una opción que queda muy bonita. Si lo prefieres, puedes elegir un adorno que personalice el resultado: un lazo, cinta o pasador y si te decides por la coleta baja, recuerda que queda genial con algún complemento como una diadema o una coqueta boina ladeada, perfecta para este invierno.